sábado, 14 de marzo de 2015

Catorce

I


Un cuerpo, que antes eran dos
ya no puede regresar a su estado

Natural, primario
la sensación de vacío que invade

¿hacia dónde voy, incompleta?
ciega, insomne, perdida
todo sabe a nada, el día no acaba

Adentro la tormenta no cesa
me transformo en desidia
tu recuerdo inunda la casa


II

Cual río en crecida
la baja deja a su paso
el arrase de las almas

ya sin fuerzas
sin lágrimas
y miro por mi ventana
mi cuerpo se mueve


levantarse es necesario
rearmarse es inminente
otro ser, menos adolorido
abre sus ojos, con otra piel


(si ya fui roto a tomar aire)



III


Entonces, ¿hay un rumbo?
la cinta corre a destiempo
no busco escribir la historia entera

prefiero, quizás
el borrador de quien soy
editarme desde el centro

el óxido se desprende
los pedazos muestran
un resplandor nuevo
fuerte, laxo

es el momento de salir
al sol


IV


Los pasos son firmes, fieros
es el renacer de un fénix
el almamula de la noche
deambula el monte

desatado, renovado
puro pero educado
sabio sobre lo que es y no es
audaz, pero precavido

el canto del kakuy
anuncia el amanecer
de este nuevo yo
a orillas del mishky mayu


V

Nueva tinta
un nuevo manifiesto
de saber que esta
no es sólo una vida

pero sí, un único corazón
maltrecho, en vías de construcción
alimentado del sol
de las notas, de la cadencia
en cada prosa
de cada danza (rota)

de pie, sin temor
frágil, invencible.